Cambio climático: agenda global en manos de las potencias económicas.
Aunque el concepto se refiere a los cambios a largos plazo de los patrones climáticos naturales, con la industrialización el hombre ha acelerado este proceso, en particular los países más poderosos, los cuales, pese a comprometerse a reducir las emisiones, en la realidad siguen persiguiendo sus fines políticos y económicos.
Después de una intensa temporada de ciclones tropicales en el Océano Pacífico, los habitantes de Guadalajara se maravillaron con la nevada del 13 de diciembre de 1997. En 2015, el huracán Patricia, categoría 5, azotó las costas jaliscienses. Éstos hechos, junto a la granizada de 2019 y las lluvias torrenciales de cada temporal, son fenómenos que ponen en riesgo la vida de las personas.
El aumento de la frecuencia y severidad de estos eventos atípicos es un efecto del cambio climático producto del calentamiento global, afirmó la profesora del Departamento de Ciencias Ambientales del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), Valentina Davydova Belitskaya.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el cambio climático se refiere a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos de origen natural a través de las variaciones del ciclo solar.
Sin embargo, desde el siglo XIX la industrialización lograda por el aprovechamiento de los combustibles fósiles —carbón, petróleo y gas—, ha generado emisiones contaminantes que potenciaron el cambio climático reflejado en el incremento de la temperatura a nivel global de 1.5 grados centígrados, temperatura que la ONU planteó limitar para evitar los peores impactos climáticos y mantener un clima habitable.
A nivel global, 10 naciones aportan el 68 por ciento de las emisiones. Pese a su contribución, sólo se comprometen a reducirlas en el discurso mientras que, en la práctica, mantienen la producción industrial por el control económico y geopolítico.
El calentamiento global, una realidad
Para Valentina Davydova Belitskaya, el calentamiento se atribuye tanto a causas naturales como antropogénicas, aunque la certeza está en el registro de temperaturas más cálidas de lo normal en cada uno de los años del siglo XXI, estimada en 1.5 grados centígrados.
Entre muchas ciudades del mundo que experimentan olas de calor, la Zona Metropolitana de Guadalajara también registra señales del cambio climático.
De acuerdo con la profesora del CUCBA, los estudios reportan en el periodo de 1990 hasta 2010, el incremento de un grado centígrado y, en la primera década del siglo XXI, la temperatura continúa en ascenso.
“Si sumamos los diez años del siglo XXI este incremento está llegando a 1.34 a 1.5 grados centígrados. Y si visualizamos los escenarios que he construido para Jalisco, desafortunadamente el incremento de la temperatura continúa creciendo”, explicó.
El incremento de las temperaturas confirma las olas de calor, las altas temperaturas en periodos muy prolongados y el impacto sobre la salud humana. Al efecto global, se suma el calentamiento consecuencia del cambio de uso de suelo en zonas boscosas de la metrópoli.
“Estamos hablando de una intensa urbanización la cual ha incrementado la temperatura dentro de la zona urbana hasta 4, 6 y 8 grados centígrados en comparación con las zonas rurales”.
"Para Jalisco vemos el mal manejo del medio ambiente en la contaminación de ríos, playas, asentamientos humanos en zonas de alto riesgo y vulnerables a los efectos del cambio climático con la pérdida de vidas humanas y animales"
Estragos del calentamiento global
Las consecuencias del cambio climático más impactantes es el deshielo de los polos norte y sur: áreas sin cobertura de hielo en las zonas media y septentrional de Groenlandia, y la pérdida de fauna.
Sin embargo, la consecuencia más grave es la muerte de vidas humanas derivadas del cambio climático con el mal manejo medioambiental de los gobiernos, dijo el Jefe del Departamento de Ciencias Exactas del Centro Universitario de la Costa (CUCosta), Jorge Ignacio Chavoya Gama.
“Para Jalisco vemos el mal manejo del medio ambiente en la contaminación de ríos, playas, asentamientos humanos en zonas de alto riesgo y vulnerables a los efectos del cambio climático con la pérdida de vidas humanas y animales, pero contamos la pérdida de vidas humanas como pérdidas irreparables”, precisó.
Ante el cambio climático, el esfuerzo de la visión ecologista fracasó junto con el derecho medioambiental y sus estrategias que pretendían prevenir el deterioro medioambiental, afirmó el profesor del Departamento de Estudios Socio Económicos del Centro Universitario de la Costa (CUCosta), Alfredo Argentino César Dachary.
“Después de 50 años de trabajo sobre la ecología, aparece el cambio climático como la peor consecuencia, considerada como terminal, pero el cambio climático no es otra cosa que la consecuencia de no tomar ninguna medida, que no sirvieron para nada y poder frenar este proceso”.
La idea confirmada por la ciencia, resaltó César Dachary, toma otra dimensión en manos de los gobiernos. También, el cambio climático resultó un ingrediente más para la construcción de una sociedad del miedo.
Otras consecuencias del cambio climático son sociales y económicas, y cambios geopolíticos que distribuirán el poder a nivel global
“El cambio climático incidirá en la gente por los cambios drásticos, se perderán tierras de cultivo, se abrirán fronteras, se perderán zonas costeras que amenazará al turismo”.
Las soluciones, en manos de los poderosos
Las acciones efectivas deberán venir de los países con poder económico, político y militar, y también los más contaminantes como China, Estados Unidos, India, Unión Europea, Rusia, Japón, Alemania, Irán, Corea del Sur, Indonesia y Arabia Saudita.
“Aún cuando firman acuerdos como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda de Cambio Climático y de las Conferencias de las Partes (COP) y son miembros de la ONU, no los respetan”, dijo el profesor Jorge Ignacio Chavoya Gama.
La prioridad de las naciones más ricas es ganar control económico y geopolítico para ampliar su mercado.
“Con esto pareciera que la última palabra es de los poderosos, pero no puede ser la última palabra de los débiles”, destacó Chavoya Gama.
Para la profesora Davydova Belitskaya los países deben perfilar una estrategia sobre el uso de combustibles convencionales y la eventual introducción de energías limpias.
“Para la toma de decisiones para analizar y visualizar sobre un desarrollo único, necesario y progresivo ante el uso de combustibles fósiles y el paulatino uso de energías verdes”.
El sociólogo César Dachary destacó la movilización social en los países desarrollados para presionar sobre el cambio climático, sobre todo en los países desarrollados, donde más se contamina.
“Porque no hay una respuesta unificada: ganamos sólo si los países se unen y dan una respuesta uniforme y eso es lo que no se ha podido lograr. En lugar de unirnos ante este problema, hay una nueva guerra fría con la de Ucrania”.
La ciencia para entender el cambio climático
Para entender el fenómeno, sus consecuencias y maneras de abordarlo, sobre todo para las ciudades, la Universidad de Guadalajara planteó la creación de la maestría Ciudad, Cambio Climático y Resiliencia a iniciar en el calendario 2023-A.
“Desde la ciencia debemos prepararnos para entender que, en el siglo XXI, la aglomeración más grande de personas será la ciudad por lo cual debemos entender la ciudad y saber cómo planearla”.
Para Dachary, a los países como México les toca generar conciencia, estudiar el fenómeno y encontrar estrategias, objetivos que buscará el posgrado en el análisis científico del cambio climático.
“Aunque, si la tierra está procesando su propio cambio climático, poco podemos hacer los seres humanos para revertirlo, pero podremos saber cómo adaptarnos y, ante eventos perturbadores de esta magnitud, entender lo que significa la resiliencia”.
Foto: Chema Martínez